Dos partes (medio plato) para colocar verdura o ensalada: Variar la forma de reparar y cocinar las verduras y hortalizas: en forma de ensalada, hervidas o al vapor, al horno, a la plancha o parrilla, salteadas, al wok,… evitando las frituras y rebozados/empanados.
Una parte para colocar el farináceo: se pueden cambiar entre ellos pero siempre respetando la porción del plato predeterminada para que aporten la misma cantidad de hidratos de carbono.
Una parte para colocar el alimento proteico: elegir las carnes con poca grasa y cocciones sanas para cocinarlas: a la plancha o parrilla, al horno, hervido, papillote, vapor y evitar los fritos, rebozados/empanados. Se recomienda de 3-4 huevos por semana, cocinados con poca grasa y sin salsas. En este apartado es importante recalcar el uso de proteínas vegetales, tales como la soja, tofu y legumbres, ya que las proteínas vegetales suelen ser más completas en aminoácidos que las animales, siendo entre ellas, la soja la única que contiene los 22 aminoácidos más importantes y convirtiéndola así en una proteína de altísima calidad.
Finalmente se añadiría una pieza de fruta mediana cómo postre.
Para completar nuestro menú es importante no olvidar la bebida y se recomienda el agua cómo acompañamiento de las comidas.
Moderar el consumo de aceite para aliñar (recomendando dos cucharas soperas al día preferiblemente de oliva) y cocinar evitando las salsas ricas en grasas.